En el desarrollo de este proyecto piloto han participado tanto empresas (Fundación Banco Santander y Accenture); como entidades públicas (Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones), personas y ONG.
Entre los ODS que se pueden encontrar en este proyecto, identificamos los objetivos 1 (Fin de la pobreza), 10 (Reducción de las Desigualdades) y 16 (Paz, Justicia e Instituciones Sólidas).
Esta plataforma actúa como intermediaria entre arrendadores y arrendatarios para alquilar a un precio asequible una vivienda, como garantía el arrendador se garantiza el pago del precio acordado, la fianza, seguro de alquiler y/o gestión de la agencia, puesto que es el Ministerio quien facilita, a través de las ONG, unas ayudas económicas. La ventaja de esta colaboración para los arrendatarios es que se trata de un precio tasado, normalmente inferior al de mercado, y por debajo del que corresponde a las ayudas.
Como punto débil de esta alianza, se corre el riesgo de que al ser precios más económicos que los del mercado, muchos de los arrendatarios no quieran ceder sus pisos. Puesto que entiendo que mientras que sigan existiendo refugiados, van a ser necesarias este tipo de iniciativas. No obstante, el programa puede seguir utilizándose una vez que los inquilinos dejen de ser beneficiarios de la Protección Internacional y Temporal. Otro riesgo de este programa, es que la duración máxima de esta ayuda es de 6 meses, prorrogable únicamente por 6 meses más.
Tanto en mi administración, como en el resto, podrían ser útiles este tipo de alianzas, puesto que podrían ceder, aunque fuera de manera temporal, pisos/edificios que actualmente no tienen uso. Además, esto supondría un ingreso y lo que es más importante la ayuda que prestarían a personas vulnerables.
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